jueves, 29 de mayo de 2008

Música de cine

Me encantan las películas de adolescentes. Tengo cierta debilidad por este tipo de cine. Retratan historias que todos hemos vivido, pero con ese punto idealista y utópico que en ocasiones las hacen inolvidables. Te muestran el amor y la amistad como inmortales y desde un punto de vista radicalmente diferente al adulto. Plasman en imágenes unos acontecimientos que solo ocurren una vez en la vida y que recordarás para siempre con nostalgia, mientras se te dibuja una tonta sonrisa en la cara.

En definitiva, transmiten la adolescencia como esa época de cambios y experiencias que la hace la más excitante de todas, conteniendo escenas en las que la gran mayoría de nosotros hemos deseado participar o protagonizar.

Entre mis favoritas del género, destacan el canto a la amistad y lealtad de Cuenta conmigo, con un jovencísimo River Phoenix, el primer film de George Lucas, American Grafitti, que cuenta la incertidumbre de unos chicos al acabar el instituto enmarcado en el Rock´n´roll de los 50, la peculiar relación con los adultos de un joven rebelde e inquieto en Academia Rushmore o la mítica Rebelde sin causa. Además de cintas como la comedia musical Cry Baby, el clásico de John Hugues, El Club de los cinco, la entrañable aventura de Los Goonies en la búsqueda de un misterioso tesoro o películas de pandillas juveniles como Rebeldes o La ley de la calle.

Sin embargo en este blog hablamos de música, por lo que la segunda parte del post va dedicado a tres momentos de tres obras de cine adolescente, que se quedaron grabados en mi retina, y que cada vez que veo, disfruto como si fuera la primera vez.

El primero de ellos, tiene como protagonista a Matthew Broderick en Todo en un día, delirante comedia en la que el carismático Ferris Bueller decidé ausentarse del colegio y dedicar ese día a multitud de actividades, que normalmente no puede hacer. Me quedo con la inolvidable interpretación de "Twist and shout" por las calles de Chicago. Emocionante.



El segundo, con Michael J. Fox en Regreso al Futuro, tocando en el baile de graduación de sus padres. Consigue sorprender y hacer bailar a los presentes gracias al clásico de Chuck Berry, "Johnny B. goode", cuando ni siquiera había sido creado. De hecho según la película, el bueno de Chuck compuso este tema gracias al soplo del lesionado guitarrista de la banda. Marty McFly Rock´n´roll star.



Y para finalizar, un guiño para el difunto John Belushi y el desmadre a la americana de la mejor fiesta de togas jamas recordada del celuloide, al ritmo del soul de Otis Day & the Knights. Animal House, película de fraternidades universitarias con apología absoluta de la juventud, el carpe diem y la rebeldía contra el poder.



Louie Louie, oh no, me gotta go, Aye-yi-yi-yi...

jueves, 22 de mayo de 2008

El concierto perfecto

Deluxe, Sala Bikini. Barcelona, 20-V-2008.

De todos los conciertos que llevo este año, el del pasado martes ha sido posiblemente el mejor. No pensé que semejante afirmación saldría de mi boca antes de entrar en la Sala Bikini. Y es que hace 3 años que no veía a Deluxe en directo, y apenas había escuchado sus dos últimos discos, pero tras las dos horas que duró el show salí eufórico y con una sonrisa de oreja a oreja. 16,5 € totalmente amortizados.

Xoel López desembarcaba en la Ciudad Condal como culminación de la gira de presentación de Reconstrucción, su más reciente album. El Lp más personal y clásico de su carrera, una mirada retrospectiva a los dos últimos años de vida y oficio del artista gallego, instalado ya desde hace tiempo y por méritos propios, en la 1ª división del indie nacional.

Para comenzar, el emplazamiento era inmejorable. La Bikini con su aforo de algo menos de 700 personas, y sonido más que óptimo, es un sitio ideal para experimentar un contacto más intenso y vivo con el artista. En segundo lugar, la magnífica banda que Xoel traía consigo, hacía presagiar la noche que finalmente fue: bajo (a cargo de Javier Vega, miembro de Maga, como invitado especial en la gira), batería, trompeta, saxofón y hammond y segunda guitarra (por Juan de Dios, único superviviente de aquella formación de los inicios de Deluxe).

A todo esto le añades, un público entregado y con ganas de disfrutar, y un frontman más entregado si cabe, agradecido y cercano y que supo conectar a la perfección con el respetable (intercalando canciones con las pausas justas y los chistes oportunos) el resultado ya lo podéis imaginar.

Soy de los que piensa que a los últimos discos de Deluxe, les falta algo de frescura e inmediatez. Incluso puede ser que en ocasiones sean hasta empalagosos. No dejan de contener excelentes temas, pero la sensación muchas veces, es que te quedas a medias. Sin embargo estas "carencias" se solventan increiblemente en directo, donde desparece la sobreproducción del estudio. Dichos temas cobran una nueva dimensión, más viveza, ganando de esta manera un montón de enteros si se escuchan en compañía de su autor.

Para seguir, comentar que Xoel se ha olvidado definitivamente del inglés y lo ha aparcado por completo (me quedé con las ganas de saborear I´ll see you in London). Se le vio como un músico con más recursos e imaginación que hace unos años, y respaldado por su banda, tras abrir con Colillas en el suelo (los coros en directo rozaron la épica) fue descargando temas como Pájaros negros, El cielo de Madrid, Gigante, Requiem, Simone o Historia Universal, todos ellos pertenecientes a sus dos últimos Lp´s. Además se permitió un guiño a los Beatles enlazando Reconstrucción con el estribillo de Ticket to ride y a los Rolling en el 1º bis, incorporando los acordes de Satisfaction en Adios corazón.

Tan solo se acordó de Los Jovenes mueren antes de tiempo con Extraña habitación (grandiosa con la transformación del final de la canción en una improvisada jam session de 4 minutos) y de If things were to go wrong, con el himno Que no en el 1º bis (que ya no juega un papel tan esencial y trascendente en sus directos) y la simpática bossanova de Caetano Veloso, en el 2º.

El final fue apoteósico, de aquellos que nunca esperas. Mientras interpretaba Ojalá, Xoel decidió dejar el escenario y adentrarse entre el público con su guitarra. Fui espectador privilegiado del círculo que se creo en torno a él mientras entre otras cosas, punteó el clásico Popcorn de Gershon Kingsley, ante el delirio de los presentes, coreando y dando palmas (os dejo el vídeo al final del post). Una fiesta en la que entraron de lleno el resto de la banda con protagonismo especial de la sección de vientos, haciendo saltar a la totalidad de la sala, Xoel incluido.

Cerraron la velada, con Mejor, versión del tema So alive, de Ryan Adams, tras la cual la banda formó en fila, y con la inclinación de rigor de las grandes noches, acompañada por los honores del respetable, se despidieron hasta la próxima ocasión. Que así sea.

domingo, 11 de mayo de 2008

Emociones musicales

No sé qué tiene la música. Parece que la vida se torna monótona, pero de repente aparece una canción o un disco que agitan tu ánimo. Una melodía, unas letras, una composición, lo que sea... que despiertan en tu interior lo más humano y excelso que tenemos.

En estas últimas semanas he podido comprobar la fuerza redentora de la música.

1. Leyendo la Rock Zone (cada vez que la cojo, no puedo evitar acordarme del Pelícano), descubrí una crítica del último disco de los Niños Mutantes ("Todo es el momento") con muy buena valoración. Fui a internet y me descargué varias canciones del grupo andaluz. Lo bueno no fueron tanto las canciones del último disco, como una versión de los Mecano del año 2005: "Perdido en mi habitación". Aunque no es mi tipo de estilo musical, he de reconocer que el mejor grupo de pop español de la historia ha sido Mecano. Me vinieron a la cabeza grandes momentos de mi infancia. Este tema se encuentra recogido en una recopilación titulada "En tu fiesta me colé", en la que varios grupos de pop indie hacen versiones de canciones de Mecano.


2. Otro momento emocionante se ha producido estas últimas semanas de la mano de Apocalyptica y de Metallica. Los primeros con sus versiones de los clásicos de Metallica y estos últimos con la recuperación por mi parte de su Black Album, uno de los cinco mejores discos de rock de los 90. En concreto, he disfrutado especialmente con una canción llamada "Don't tread on me".


3. Pero el momento más delicioso se produjo ayer. En mi móvil tenía la perdida de un amigo de la adolescencia. Le devolví la llamada. Únicamente me dijo: "Tío, acabo de escuchar el Ten...". Sobraron las palabras. La mención de un disco ya era suficiente para comprender tres años de nuestras vidas.


viernes, 9 de mayo de 2008

Planet hype

Hace como dos semanas decubrí un blog muy interesante. El autor es un tipo que se hace llamar "The Jau One", que además es Dj y que tiene un MySpace, también muy jugoso. El caso es que leyendo entre sus post antiguos, me topé con uno de lo más sugestivo. En él hablaba de los hypes musicales, un tema que yo siempre he querido abordar y analizar en este espacio, pero que por una razón o por otra, no ha podido ser. Hasta hoy, ya que ese artículo va a servir de base para el mío.

Comienza con la definición de "hype", que a continuación transcribo:

"Se le llama Hype (del inglés hyperbole) a un producto mediático, como una banda musical, una película o un artista, el cual ha tenido una sobre-cobertura por parte de la prensa o una excesiva publicidad, obteniendo de esta manera una popularidad altísima independiente de la calidad del producto. En términos de moda un hype es el producto que aspira a tener cualquier empresa, el hecho de crear tendencia generando la necesidad en los clientes."

Continua explicando como este término se ha asociado de manera inevitable a la publicación NME. Tesis yo creo compartida por todos. En lo que nos distanciamos algo más es en los orígenes. Él sostiene que todo comenzó con bandas como Arcade Fire y de manera definitiva con el éxito masivo de los Arctic Monkeys. Cierto es que ambos grupos fueran en su día objeto de veneración por el semanario británico y que gran culpa de la fuerza y afinazamiento del término es suya, sin embargo yo creo que tenemos que remontarnos algunos años atras. En concreto al 2002.

O mejor, al 2001. The Strokes son la nueva esperanza del rock, la banda más cool del planeta y para colmo han resucitado las guitarras y sonidos garajeros, ocultados en los 90 por los sintetizadores o la melodía más pop (en cualquier caso mi teoría es que todos estos hypes son mas pop que otra cosa, pero eso es otra historia). Paralelamente desde Suecia y Detroit surgen también The Hives y The White Stripes respectivamente. Dos formaciones que junto a los neoyorquinos son declarados por la prensa mundial como los elegidos para salvar al rock.

Pero, un momento, ¿ningún representante inglés en tan suculenta y privilegiada misión? El orgullo británico se vio menoscabado como nunca, y es entonces, cuando nuestros amigos de la New Musical Express comienzan la búsqueda. Y ahora sí, en 2002, dos amigos de Londres, Pete Doherty y Carl Barat, ven como su grupo, The Libertines son la tan ansiada esperanza inglesa, ocupando por supuesto la portada de la revista.

Su aclamado y excelente debut, "Up the bracket" consigue levantar los ánimos en las Islas, algo que propicia la creación de un nuevo estilo musical: el post-punk (no el que apareció en los 80 claro), el new-rock o todo tipo de combinaciones para que un periodista se sienta importante. A partir de ahí, cada vez que nace una nueva banda de guitarras con aire despreocupado y pose de estrella, la NME ya se encarga de anunciarla en su portada, como the next big thing. De esta manera, da igual que el disco sea "innovador o rematadamento malo", ese grupo es ya un hype.

A lo que hemos llegado con esto, es que muchas veces prejuzguemos y exijamos a toda esta hornada de artistas, más de lo que deberíamos cuando su única inténción es divertirnos con una propuesta bailable o elaborada, pero sin pretensión de inventar nada nuevo o pasar a la historia de la música. Por ello, es preciso deshacerse de esos "prejuicios estético-musicales" y hacer caso a nuestros oidos y no a las páginas de la NME.

Para acabar: a pesar de que haya parecido lo contrario, la NME me parece una publicación atractica y comprendo que la pasta es la pasta. Además prefiero su caracter sensacionalista antes que el snobismo de la Rockdelux. De no ser por la NME, no hubiera conocido de primera mano a Bloc Party o The View o los más recientes The Ting Tings, Courteeners (cuyo video de su primer single "What took you so long?" podéis visionar abajo) o Cajun Dance Party. Así que, que menos que un agradecimiento desde estas líneas.



¡Viva la música!