viernes, 25 de abril de 2008

Amanece con Neko Case

La vida en la Ciudad cambia radicalmente con un reproductor de música portátil. Me da igual la marca. Yo, que soy un poco antiguo, sigo funcionando con discman. El problema es que su tamaño y características impide esa movilidad y agilidad que, por ejemplo te da un iPod. Me acabo de dar cuenta que voy a ser el homólogo de aquellos nostálgicos de los vinilos de principios de los 90, pero con los compact-disc claro. Son tiempos de avances tecnológicos, donde los cd´s son ya una cosa anacrónica, aburrida e incluso... mal vista! Sin embargo no pienso prescindir de ellos. Si ya aguanté con las cintas de casete, esperad a ver el tiempo que seguiré con los cd´s.

El caso es que hace dos semanas me agencié (y ayer devolví), cortesía de un ex-combatiente, uno de esos aparatejos marca apple que se venden por todo el planeta, repletos de singles y hits de radiofórmula. Y he de reconocer, que desde entonces, bajar desde Sarrià hasta la Diagonal cada mañana, ha modificado mucho el panorama.


Tanto, que es empezar el día de otra manera. Observar la jungla urbana, con sus embotellamientos, sus espacios verdes llenos de colillas o su gentío individualista corriendo hacia sus cubículos de 8 horas, con una banda sonora en cada tímpano, provoca que comiences a respirar de otra forma. A andar de otra forma. A mirar de otra forma, e incluso a pensar de otra forma.

En definita, que nada de esto es lo que parece, y que nada de esto hubiera sido posible sin ese grupo de Vancouver, llamado The New Pornographers. Con cuatro discos a sus espaldas, y definidos como una "superbanda", los canadienses son la cura para todos los males de este mundo. De ello fui testigo el día de San Francisco Javier del pasado año en la Sala Apolo. Llámalo powerpop, pop naif o indiepop, pero A. C. Newman y los suyos son los artífices de las mejores melodías del este siglo, a pesar de que no gocen de la popularidad que merecen (véase casos similares como el de Fountains of Wayne).

Una de mis favoritas es The ballad of a comeback kid, que durante estas dos semanas le ha dado el color que el recorrido habitual de cada día venía suplicando.

Ever so careful, on the strip we cruise, crippled in someone else's shoes. Who knew? Mind you, I never had to stand, in line you did, for the ballad of a comeback kid

Bailaré sobre tu tumba

La música siempre fue el mejor lenguaje para expresar sentimientos.

Te mataré con mis zapatos de claqué
te asfixiaré con mi malla de ballet
te ahorcaré con mi smoking
y morirás mientras se ríe el disc-jockey.
y bailaré sobre tu tumba
(ua churugüei ua churuguá)

Te degollaré con un disco afilado
de los Rolling Stones, o de los Shadows
te tragarás la colección de cassettes
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes.

Y bailaré sobre tu tumba
(Ua churuguéi ua churuguá)

Te clavaré mi guitarra
te aplastaré con mi piano
te degollaré con mis platillos
te trepanaré con mi órgano Hammond.

Y bailaré sobre tu tumba
(ua churuguéi ua churuguá)

sábado, 12 de abril de 2008

Once

Hacía tiempo que no me sorprendían cinematográficamente. El lunes me senté delante del televisor para ver una película que me habían recomendado. Se titulaba "Once". Supongo que muchos habrán oído hablar de ella, incluso la habrán visto ya hace tiempo. Yo conocí de su existencia hace apenas una semana.

Empieza con un tipo tocando en la calle, al estilo Bob Dylan. Se trata de un joven cantante y compositor (Glen Hansard) que interpreta sus canciones por las calles de Dublín. Durante el día, para ganar algún dinero extra, interpreta conocidos temas para los transeúntes, pero por las noches toca los suyos propios. Su talento no pasa desapercibido para una joven inmigrante checa (Markéta Irglová) que vende flores en la calle para sacar adelante a su hija y a su madre (Danuse Ktrestova). Ambos acaban de improviso haciendo un dueto en una tienda de música y será entonces cuando descubran que algo les une. Bello todo ello.

Pues bien, es un musical (ahora que se lleva tanto es oportuno) indie. La forma en la que está rodada la película recuerda mucho al movimiento Dogma. La música que hacen es una especie de Coldplay, pero más intimista.

La recomiendo al que quiera ver una bonita película humana con una banda sonora de excepción. Ganaron el Oscar a la mejor canción este año: "Falling slowly".

Los dos actores forman parte, en la realidad, de un grupo llamado The Swell Season.

martes, 8 de abril de 2008

Champagne strikes back

Según he podido conocer, los gaditanos Champagne se encuentran por fin grabando lo que será su segundo Lp, continuación del sensacional "Ready, Steady, Go!" (Rock Indiana, 2004). En principio la publicación está prevista para Octubre de este año, a través del sello Lucinda Records.

Lo más relevante, además del cambio de discográfica, es el giro musical que desde hace tiempo se viene apreciando en su MySpace: el cambio de idioma en las letras, del inglés al castellano, y la ausencia de ese sonido surfero tan característico de su debut.

Estos nuevos aires denotan una cierta evolución en los de San Fernando, pero mantiéndose las guitarras y los estribillos pegadizos como señas de identidad. En su MySpace se encuentran colgadas algunas demos para hacernos a la idea de lo que podremos encontrar en el nuevo disco. Destaca la excelente "Pegado a la tierra", un tema con toque electrónico y alma de hit rompepistas. Si todo el album tiene la calidad de esta canción, puede que llegue a superar a su predecesor.

Quedamos a la espera.