jueves, 25 de diciembre de 2008

Feliz Navidad

Qué alegría.

Qué sorpresa.

Y qué gusto.

Ayer día 24 enchufé Radio 3 para ver qué regalo me tenía preparado nuestra emisora nacional de música para la Nochebuena.

Aunque había oído hablar del tema central de la última película de James Bond no había podido escucharlo todavía. Y entonces apareció en las ondas Jack White con Alicia Keys. Desde hace 24 horas no paro de escuchar "Another way to die".

Creo que no me aventuro demasiado si afirmo que esta canción opta tanto al Grammy como al Oscar.

Una vez más: grande Jack.

Y Feliz Navidad.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Cinco píldoras de esperanza

El "anónimo" tiene toda la razón del mundo. Necesitaba un grito de este tipo para salir del letargo en el que estoy sumido. Es la vida en la ciudad. Es el virus social que nos aliena, que nos lleva a la nada.

Por eso, la música nos vuelve a rescatar. Nos da las alas para sobrevolar con la imaginación la urbe y volver a soñar.

Cinco discos me han hecho recuperar la esperanza.

1. Silversun Pickups: Carnavas.
Llevaba tiempo con ganas de hablar de este disco de hace dos años. No he sabido de su existencia hasta este verano, en el que el Pelícano me daba noticia de un single suyo: "Lazy Eye". Muy recomendable. Suenan a los Smashing Pumpkins del Siamese Dream. Si Billy Corgan hubiera seguido con su propuesta inicial, este disco llevaría seguramente su firma. Un regalo para los que crecimos con el sonido alternativo de los 90.
2. Smashing Pumpkins: Adore.
Curioso, ¿verdad? Añorando los Smashing clásicos y hablando sin embargo de los Smashing más experimentales. Disco del año 98, en el que no cuentan con su batería. Era un trabajo muy electrónico y de atmósferas. Nostálgico, siniestro, melancólico; pero sobre todo, precioso. Un disco para escucharlo con los ojos cerrados y evadirse de esta vida ajeteadra. No sé con qué canción quedarme... tal vez "Blank Page".

3. Guns and Roses: Chinese Democracy.
Hace unos días le comenté a un amigo que nunca más reconocería que había escuchado en mi vida a los Guns. Me daba vergüenza. Pero me he arrepentido. Leyendo el otro día una crítica en la Rock Zone de Jordi Meya, caí en la cuenta de que en realidad toda una generación habíamos enganchado con el rock gracias a los macarras más escandalosos de Los Ángeles. Axl Rose es un demente... y un genio a la vez. He escuchado algunas canciones en MySpace y no he podido reprimir la sonrisa. Esa sonrisa que te sale cuando después de unos años te cruzas por la calle con el alumno más desastre de tu promoción. Ese que la montaba todo el día, pero sin el que los días hubieran sido monótonos.


4. Franz Ferdinand: Tonight (Franz Ferdinand).
Solo he podido escuchar el single de adelanto, "Ulysses". Ya se ve que se les ha pegado algo de los Scissor Sisters. Más bailable y más desenfadado. Habrá que esperar a su lanzamiento de enero para poder valorarlo bien. Es mi gran esperanza para el 2009.

5. Eminem: Relapse.
No sé qué decir de este disco. Principalmente, porque solo he escuchado una canción suelta que no llega a los dos minutos. Parece ser que Eminem ha vuelto al hip hop más callejero, alejándose del comercial en el que se había sumergido. No sé. Lo que está claro es que ha regresado uno de los más grandes. Esperemos que en plenitud de facultades. Puede que sea este diciembre cuando lo comprobemos.


PD: Gracias, anónimo.


domingo, 12 de octubre de 2008

Lacie y Alibi

La Vida en la Ciudad nos engulle. Nos atrapa. Lo que provoca que a veces no podamos dar rienda suelta a nuestro lirismo. Eso explica que llevemos dos meses fuera de juego. Pero hemos vuelto. Esa es la mejor noticia.

La vida suele ser un renacer continuo. Algo muere; pero a eso le acompaña algo que nace. Me explico con dos historias que me han sucedido recientemente.

1. Lacie. Mi disco duro externo se ha convertido en uno de mis más fieles compañeros. En él se encuentra recogido mi saber musical. Si el muere, una parte de mí muere con él. Gigas y gigas de melodías. Este verano me ha dado algún que otro problema. Pero el momento fatal llegó hace nueve días. Lo fui a conectar y de repente dejó de respirar. Lacie no se movía. Olía a quemado. Temí por su vida. Al día siguiente lo llevé a una tienda de informática y crucé los dedos. Dos días después me daban el veredicto. Él no estaba afectado, pero su "caja" ya no servía. Sentí una mezcla de esperanza y alivio y a la vez una tremenda pena, porque tal vez ya no lo reconocería. 24 horas después estaba en la fila de la tienda. Estaba ansioso por recuperarle y ver su nuevo atuendo. Y entonces fui cuando le descubrí en la basura. Bueno, lo que descubrí fue su antiguo "vestido". Esa caja metálica diseñada por Porsche, tan elegante, tan excelsa. Ahí estaba. Rota y cubierta por ceniza del tabaco del dependiente. Había recuperado mi música, pero Lacie estaba muerto. Me lo devolvieron con su nuevo traje. Estaba confuso. Pero al conectarlo al ordenador comprobé que este lo seguía llamando por su nombre, por el nombre con el que yo siempre lo he conocido: Lacie. Algo volvió a nacer dentro de mí.

2. Alibi. Gracias a la música he cosechado grandes amistades. Una de ellas me ha dado una de las alegrías de esta temporada. Me llamó en verano y me contó que llevaba tiempo con un grupo de música y que la cosa estaba cogiendo forma. Yo le animé y le desee suerte. Hace unas semanas me contaba que iba a tocar su grupo en un encuentro en Pamplona de nuevos grupos. Creo que se llama actua2008. Fue el fin de semana pasado. Se llaman Alibi. No es fácil definir un grupo. Decir a qué suenan. Lo mejor es juzgarlo uno mismo. Por eso, recomiendo entrar en You Tube y buscar Alibi Mr Cool. Que cada uno opine. Ahora bien, lo que sí puedo decir es que en esos jóvenes se puede observar un montón de ilusión, frescura y, ante todo, actitud. No sé si algún día llegarán lejos. Lo que sí sé es que han dejado que dentro de ellos nazca una ilusión y por ahora han dejado que se ponga a volar. Suerte Alibi. Suerte Nico.


sábado, 16 de agosto de 2008

La música de los demás

Respeto. Esa es la palabra.

En este último mes he realizado dos viajes en coche con gente que me excedía notablemente en edad. Una de las opciones que se presenta es meter tu cd de varios y atronar los oídos del compañero de trayecto. La otra, hacer de tripas corazón y aceptar lo que te pongan. En las dos ocasiones accedí al gusto del otro.

En el primer caso, la persona que viajaba conmigo necesitaba, y así me lo manifestó, escuchar un disco de varios propio. Subió el volumen del reproductor de música y nos embarcamos en un viaje a lo más profundo de su persona. Sí, porque lo que había ahí contenido era el reflejo de muchos de sus años y de sus vivencias. Tuve que callar y admirar lo que era el interior de una persona. Él miraba por la ventana, evadiéndose de la cerrada estancia del autómovil. No sé a dónde viajó, pero se le veía disfrutar con su mundo interior. Yo me limité a respetar. Caí en la cuenta de que era pretencioso por mi parte intentar despreciar otros tipos de música. Como ya dije anteriormente, cada uno suena diferente. Eso es lo mágico que tiene la música.

En el segundo caso, yo no tenía música y el acompañante tenía 60 años. Buscamos por el coche. Y... sólo dos discos: Sting y Laura Paussini. Mi preferencia estaba clara. Como la suya. Me tembló la mano. Tuve que introducir el disco de la italiana. Debo confesar que, ante todo pronóstico, fue emocionante. Tiempo antes hubiera deseado quemar todos los discos de Laura, pero el momento nos elevó a los dos hasta cimas insospechadas de empatía. Qué cosas. Él cantaba; yo golpeaba acompasadamente el volante. El sonreía por fuera; yo por dentro. La música une.

Respeto. Esa es la palabra.

jueves, 31 de julio de 2008

Fiebre amarilla (I)

Los Simpson, la serie de animación más emblemática y duradera que ha habido y que habrá, por no decir una de las teleseries más importantes de la historia. Esta peculiar familia nos lleva entreteniendo durante cerca de 20 años, gracias al ingenio de su creador, Matt Groening, que con su sárcastica visión del american way of life, nos ha acercado a las costumbres y modo de vida de la típica familia estadounidense de clase media y de todo su entorno.


A medida que la serie se fue haciendo popular y la creatividad de sus creadores en aumento, comenzaron a aparecer nuevos personajes, y con ello cameos de celebridades del mundo del espectáculo como la música, cine o la política. Incluso llegó un momento en que fue una verdadera obsesión para muchas estrellas hacer aparición en algún capítulo de la serie, llegando, muchos de ellos, a ceder su voz para doblarse a ellos mismos. Esto no es más que un reflejo del éxito de Los Simpson en todo el mundo y de cómo sus episodios retratan situaciones tan cotidianas como surrealistas y en las que participan de manera natural y al mismo tiempo, personajes ficticios y reales.

Hoy en La vida en la Ciudad, hemos querido acordarnos de alguno de los cameos musicales más divertidos y célebres de la serie.

Comenzamos por los Ramones, una de mis bandas favoritas. Joey Ramone y los suyos hicieron una aparición estelar en la fiesta de cumpleaños del Sr. Burns cantándole el cumpleaños feliz, en una de las escenas más memorables y graciosas que recuerdo. Mítico el diálogo tras el show de los Ramones:

- Sr. Burns: Mande matar a los Rolling Stones
- Smithers: Pero Señor, ellos no son...
- Sr. Burns: ¡Obedezca!


Los Smashing Pumpkins también se vistieron de amarillo para el capítulo “Homerpalooza”, episodio en el cual se homenajeaba a aquel festival itinerante de música alternativa que fue “Lollapalooza”, tan popular en Usa durante los 90. Fue el comienzo de una gran amistad entre Homer y Billy Corgan. En ese mismo capítulo salían también, como parte del cartel del festival, los raperos Cypress Hill y el grupo Sonic Youth.

Continuamos con The Who y su aparición en el episodio “El cuento de los dos Springfields”, donde la ciudad de Los Simpson, como si fuera Berlín tras la II Guerra Mundial, se dividía en dos y los británicos daban un concierto en lo alto de la barrera fronteriza tocando clásicos de la banda como Won´t get fooled again o The Seeker.

Finalizamos con REM. Los de Athens tuvieron su particular cameo interpretando su fabuloso tema It's the End of the World As We Know It (And I Feel Fine) en el bar que Homer monta para competir con Moe y perjudicar su negocio. De hecho el capítulo se tituló “Homer The Moe”, y en él, Michael Stype y cia hicieron el doblaje de sus personajes.


Continuará.


lunes, 21 de julio de 2008

Presidente

Me apasionan los caprichos y juegos del destino. Esos juegos malabares que te arrancan una sonrisa en el momento menos pensado.

Hace dos días me puse a navegar por internet para ponerme al día en las novedades musicales. Pude escuchar algo del nuevo disco de Beck (Modern Guilt), el último single de The Vines (He's a rocker), una formación llamada Ra Ra Riot, etc. Me vino a la cabeza que un colega me había mencionado un grupo llamado El Presidente. Tecleé en Google y me salieron varios MySpace. Uno era el que me habían aconsejado. No me gustó nada. Volvía a Google y me fijé en otro grupo llamado Presidente a secas, que era de Sabadell. Bueno, pues encontré dos temas en su MySpace que me alegraron el día por los siguientes motivos:

1. Porque en España hacemos muy buen pop, aunque no se conozca mucho.

2. Por las versiones hechas con clase. Hacen una versión del "Por qué te vas" de Jeanette, que es preciosa. Hace unos meses sentí lo mismo con la versión de "Como yo te amo" de los Niños Mutantes. Me gusta cómo las canciones evolucionan con el tiempo. La letra y la melodía son las mismas, pero la forma de transmitir la canción cambia con los años. Y las dos formas son igual de válidas, porque son el reflejo de la época en la que se interpretaron. Ahí está el caractér atemporal de la música que se fusiona con su vertiente histórica. Misma esencia que se presenta de forma diferente.

3. Y bajando de las alturas, porque estos tíos hacen una versión (no sólo hacen versiones, tienen un disco suyo titulado La venganza de las chicas asesinas que tiene buenos temas) de "Hijo de puta" de la Hora Chanante, que demuestra el buen humor nacional que conservamos, a pesar de los pesares.

Grata sorpresa, Presidente. Bravo, Presidente.

PD: "Todas las promesas de mi amor se irán contigo, me olvidarás, me olvidarás...

...junto a la estación lloraré igual que un niño, por qué te vas, por qué te vas".

miércoles, 16 de julio de 2008

El rey ha muerto

En la madrugada del pasado 9 de Julio, falleció Sergio Algora, por un problema cardíaco, que al parecer venía arrastrando desde hace tiempo. Su muerte ha producido un gran impacto en mucha gente, como ha podido comprobarse en blogs, periódicos y foros.

Sergio Algora fue el lider, junto a Sergio Vinadé, de la banda de pop independiente El Niño Gusano, una de las formaciones más importantes e influyentes del indie patrio. Sus letras, absolutamente personales y cargadas de ironía y surrealismo han sido parte esencial de la historia del pop español durante los últimos 15 años. Además de músico, Sergio cultivó también su faceta de escritor y poeta: publicó libros y poemarios y a menudo se le podía leer tanto en su blog, como en diferentes diarios, en especial el suplemento Muévete de el Heraldo de Aragón.

Tras la disolución de El Niño Gusano, y un fugaz paso al frente de Muy poca Gente, Sergio fundó con Fran Fernández (del grupo Australian Blonde), La Costa Brava. Una banda autora de deliciosas canciones repletas de sensaciones pop y letras cotidianas y nostálgicas. Sin embargo, ya no habrá más discos de La Costa, según anunció Fran en su blog, ya que este no era un grupo, sino la historia de una amistad. La verdad es que es una lástima, yo era un gran fan de ellos, pero estoy de acuerdo con Fran, no tendría sentido sin Sergio.

No tuve ocasión de conocerle, pero cuentan que Algora era un tipo entrañable y amable como pocos, y una fuente inagotable de cultura musical. Podía recomendarte un disco en el fnac, como servirte una copa en su bar de Zaragoza, el Bacharach. De una persona que dedicó su vida entera a la cultura, solo puedo decir que era un artista de los pies a la cabeza. De eso sí estoy seguro.

Su sueño siempre fue haber desembarcado en la playa de Normadía, en defensa de la humanidad, tal y como me contó Brigitte cuando le entrevistó para una práctica de la Universidad. En el fondo, Sergio lo consiguió, con todo lo que nos aportó durante su corta pero intensa vida.

Gracias Sergio.

El hombre bombilla se apagó
Sergio Algora (1969-2008)
D.E.P.

lunes, 14 de julio de 2008

Tarea de verano

Estas vacaciones me brindan la oportunidad de poder degustar con cierta tranquilidad y detenimiento cuatro discos. Alguno de ellos ya ha sido comentado en La vida en la Ciudad.

A) Portishead: Third.

El más pausado y melancólico de los cuatro. Para los momentos nostálgicos. La magia y misterio que recorren el disco pueden ser el mejor aire acondicionado en esta época estival. Necesario para introducirse en un mundo paralelo al cotidiano. En Third los sueños son posibles.

B) The Tings Tings: We Started Nothing.

Para los momentos más gamberros del verano. Un disco que es un juguete nuevo, del cual nos cansaremos en dos meses, pero que nos entretiene (y mucho) por unos días. Viva el pop alternativo. Viva la frivolidad entendida con gracia.

C) Weezer: (The Red Album).

Otro ejemplo de pop, pero más inteligente. Melodías que se funden con la luz del sol y que provocan estados de ánimo de lo más variado. Aunque a mí, Pork and Beans me hace saltar del sillón. En el mes de junio, fue mi auténtico himno.

D) Death Cab For Cutie: Narrow Stairs.

Como el primero que he mencionado, para saborear los momentos más líricos del verano. Para perderse en medio de la ciudad y volver a descubrir que cada historia humana es irrepetible. Es bello presenciar el atardecer mientras escuchas I will possess your heart.

lunes, 30 de junio de 2008

Pudimos

Tras el impacto que me ha producido la noticia de El Fabricante, hoy solo puedo hablar de una cosa, aunque no tenga mucho que ver con la música: España es campeona de Europa.

Parece mentira que esté escribiendo sobre esto, pero la emoción es tal que tenía que hacerlo constar en algún sitio, y que mejor que nuestro blog. Por fin España ha demostrado su verdadero potencial a todo el continente. Habían sido muchos años mendigando con la suerte de lado, y con los victimismos y los complejos por bandera.

Sin embargo en esta Eurocopa, la única bandera ha sido la rojigualda. Una bandera respaldada por un grupo de futbolistas unido e ilusionado como nunca y con el sueño de alcanzar la gloria de una vez por todas. Personalmente, creo que la clave ha residido en que nunca se han escondido, continuamente han apostado por el ataque, surgiendo la mentalidad ganadora y competitiva que siempre hemos envidiado de alemanes o italianos.

España es justa vencedora, y Europa entera ha sido testigo de ello. Ahora es necesario que se siga por esa senda y pasemos a la historia como una de esas selecciones que son siempre recordadas por su trayectoria, títulos y estilo patentado. Necesitamos ser una referencia, y el primer paso ya esta dado.

Para finalizar, creo que es preciso felicitar a la cadena televisiva Cuatro. No solo por todo el gran despliegue de medios y la perfecta cobertura de hasta el más mínimo detalle de la Eurocopa, sino por infundirle tanta pasión y dedicación a las retransmisiones e historias de la misma. Y como no, y conectando con el “objeto social” de La vida en la Ciudad, felicitarles por la creación del himno y el lema de España para la competición, podemos. Un tema épico y emocionante, que ha sido la banda sonora y el grito de guerra de todos los grandes momentos vividos. No recuerdo una sintonía tan repetida y tan bien acogida por la afición en una competición de este tipo. Y en parte gracias a ella, efectivamente pudimos.

La música nunca saldrá de nuestras vidas.

Con la música a otra parte

Ayer me mudé de ciudad, después de 12 años en Pamplona. Vuelvo al País Vasco.
Tiene gracia, pero creo que mi querido Pelícano se enterará por La vida en la ciudad de este cambio de aires.
Como no, han emergido en mi cabeza distintas bandas sonoras durante esta última semana.
En primer lugar, los tres grupos imprescindibles para mí, que acompañaron mi llegada a Navarra: Pixies, Nirvana y Pearl Jam. Posteriormente, tras el entierro definitivo del grunge, Radiohead, Beck, los Smashing del Adore, Los Planetas, Belle and Sebastian, Nosotrash, etc.

Cuando parecía que ya no había solución de continuidad, aparecieron nuevos grupos de comienzo de milenio, demostrándome que la música es eterna y que nunca morirá. Muse, The White Stripes, System of a down, Franz Ferdinand, The Hives y un largísimo etcétera catapultaron mi ánimo hasta elevadas cotas.

Por eso, ayer por la tarde, cuando entraba en Bilbao, puse al azar una canción. ¿Cuál sería mi primera banda sonora? Subí el volumen. Y comprendí una vez más que nuestras vidas son las notas de una gran sinfonía. La sinfonía de un Compositor que nos coloca en las diversas partes del pentagrama para que la melodía finalmente tenga sentido.

Sonaba en la radio "Expectations" de Belle and Sebastian.

viernes, 20 de junio de 2008

La mente del monstruo

He vuelto a hacerme con un reproductor portátil de música. Sucedió la semana pasada, merced de un préstamo a medio plazo por parte de mi hermana a cambio de una suculenta donación de quien aquí firma, para que la chiquilla pueda irse a Menorca con sus amigas (viendo la foto yo me iba con ellas). En el fondo lo del “préstamo” era lo de menos... Sin embargo he de decir que me ha venido bien, más que nada porque mi tan amado discman dejó de funcionar hace algunos días, aunque esto era ya un secreto a voces. Después de tantos años de fidelidad no se le podía exigir más al pobre.

Se trata de un Mp4 (aunque eso de “4” no me lo creo, ya que no hay ni rastro de la opción de vídeo) flamante marca Kaise. Ahora entiendo porque es de propaganda, porque la autonomía de la batería es de algo menos de media hora. ¡Casi ni me da para el trayecto matutino completo!

Le he metido de todo. Desde los últimos hypes (Blood red shoes, Pete and the Pirates, MGMT o The Ting Tings), pasando por los de siempre (Oasis, New Pornographers, Planetas, Death Cab), nuevos himnos (Ellos, The Sounds, Airbag, Exploding Hearts) hasta los clásicos inmortales (The Kinks, Violent femmes, Ramones o los Zombies).

Pero este post va ir dedicado al ex – Surfin´ Bichos, Fernando Alfaro y a su proyecto en solitario antes de Fernando Alfaro y los Alienistas. Me refiero claramente a Chucho. Casi me decanto por su tema Revolución en honor a Brigitte, pero finalmente hablaré de La mente del monstruo, incluido en el Ep homónimo publicado en 2004.

Es curioso, pero caminando por la ciudad con su potente riff inicial, su irónica y chulesca letra con ese punto canalla y su estribillo pegadizo y rompedor reventando tus oidos, te sientes infinitamente superior al resto de gente que se va cruzando por tu camino. La sensación es parecida a la del vídeo del tema de The Verve, Bitter sweet symphony pero con una letra en castellano que da mucho más sentido a los numeritos de Richard Ashcroft.

Claro que esto es una mera emoción y arrebato pasajero, fruto de la magia de la música. Nadie me lo podrá negar con semejante letra. Probablemente la gente que haya a mi alrededor mientras voy escuchado La mente del monstruo, me de mil vueltas en todos los sentidos, pero esos tres minutos de euforia no te los quita nadie. Ahora bien, si tras el extasís canino pasamos por ejemplo a A rose for Emily de los Zombies, las sensaciones se tornan por completo hacia un mundo optimista en el que el amor verdadero es posible. O si pasamos a Blister in the sun de Violent femmes, nos veremos en un carretera infinita de la america profunda repleta de inconformismo y entusiasmo subterráneo.

Realmente, sí que es complicado eso de bailar sobre arquitectura...



"Es mi ambición
ser el mejor,
gastar el tiempo ganando dinero al por mayor,
conseguir para mí
lo de los demás,
el sonido de mi mente es diferente de lo normal".

miércoles, 4 de junio de 2008

Portishead: The Rip


Nunca supe definir qué era el trip hop. Sí que puedo decir que cuando el grunge había muerto y el britpop no saciaba nuestras ansias musicales, surgió un melancólico y nostálgico género musical que era descendiente del indie, la música ambient y del techno. ¿Sí? No sé.

Lo que sí supe era que esas melodías tan sutiles me traspasaban y me producían una auténtica catarsis. Era como esuchar nanas a plena luz del día.

Todavía recuerdo Numb, Sour Times y Glory Box de Portishead, y Teardrop y A Prayer For England de Massive Attack. En una época de vacío musical (solo encontraba sentido en Radiohead y Los Planetas), encontré mi mejor consuelo: canciones aparentemente inocentes que te mordían el alma.

Hace una semana, pude escuchar en Radio 3 uno de los temas del tercer disco de Portishead: Third (publicado diez años después de su segundo trabajo). Relajé los músculos y entorné los ojos, disfrutando de la voz de Beth Gibbons. Me fui lejos con la memoria. Y di gracias de que hubieran vuelto.


jueves, 29 de mayo de 2008

Música de cine

Me encantan las películas de adolescentes. Tengo cierta debilidad por este tipo de cine. Retratan historias que todos hemos vivido, pero con ese punto idealista y utópico que en ocasiones las hacen inolvidables. Te muestran el amor y la amistad como inmortales y desde un punto de vista radicalmente diferente al adulto. Plasman en imágenes unos acontecimientos que solo ocurren una vez en la vida y que recordarás para siempre con nostalgia, mientras se te dibuja una tonta sonrisa en la cara.

En definitiva, transmiten la adolescencia como esa época de cambios y experiencias que la hace la más excitante de todas, conteniendo escenas en las que la gran mayoría de nosotros hemos deseado participar o protagonizar.

Entre mis favoritas del género, destacan el canto a la amistad y lealtad de Cuenta conmigo, con un jovencísimo River Phoenix, el primer film de George Lucas, American Grafitti, que cuenta la incertidumbre de unos chicos al acabar el instituto enmarcado en el Rock´n´roll de los 50, la peculiar relación con los adultos de un joven rebelde e inquieto en Academia Rushmore o la mítica Rebelde sin causa. Además de cintas como la comedia musical Cry Baby, el clásico de John Hugues, El Club de los cinco, la entrañable aventura de Los Goonies en la búsqueda de un misterioso tesoro o películas de pandillas juveniles como Rebeldes o La ley de la calle.

Sin embargo en este blog hablamos de música, por lo que la segunda parte del post va dedicado a tres momentos de tres obras de cine adolescente, que se quedaron grabados en mi retina, y que cada vez que veo, disfruto como si fuera la primera vez.

El primero de ellos, tiene como protagonista a Matthew Broderick en Todo en un día, delirante comedia en la que el carismático Ferris Bueller decidé ausentarse del colegio y dedicar ese día a multitud de actividades, que normalmente no puede hacer. Me quedo con la inolvidable interpretación de "Twist and shout" por las calles de Chicago. Emocionante.



El segundo, con Michael J. Fox en Regreso al Futuro, tocando en el baile de graduación de sus padres. Consigue sorprender y hacer bailar a los presentes gracias al clásico de Chuck Berry, "Johnny B. goode", cuando ni siquiera había sido creado. De hecho según la película, el bueno de Chuck compuso este tema gracias al soplo del lesionado guitarrista de la banda. Marty McFly Rock´n´roll star.



Y para finalizar, un guiño para el difunto John Belushi y el desmadre a la americana de la mejor fiesta de togas jamas recordada del celuloide, al ritmo del soul de Otis Day & the Knights. Animal House, película de fraternidades universitarias con apología absoluta de la juventud, el carpe diem y la rebeldía contra el poder.



Louie Louie, oh no, me gotta go, Aye-yi-yi-yi...

jueves, 22 de mayo de 2008

El concierto perfecto

Deluxe, Sala Bikini. Barcelona, 20-V-2008.

De todos los conciertos que llevo este año, el del pasado martes ha sido posiblemente el mejor. No pensé que semejante afirmación saldría de mi boca antes de entrar en la Sala Bikini. Y es que hace 3 años que no veía a Deluxe en directo, y apenas había escuchado sus dos últimos discos, pero tras las dos horas que duró el show salí eufórico y con una sonrisa de oreja a oreja. 16,5 € totalmente amortizados.

Xoel López desembarcaba en la Ciudad Condal como culminación de la gira de presentación de Reconstrucción, su más reciente album. El Lp más personal y clásico de su carrera, una mirada retrospectiva a los dos últimos años de vida y oficio del artista gallego, instalado ya desde hace tiempo y por méritos propios, en la 1ª división del indie nacional.

Para comenzar, el emplazamiento era inmejorable. La Bikini con su aforo de algo menos de 700 personas, y sonido más que óptimo, es un sitio ideal para experimentar un contacto más intenso y vivo con el artista. En segundo lugar, la magnífica banda que Xoel traía consigo, hacía presagiar la noche que finalmente fue: bajo (a cargo de Javier Vega, miembro de Maga, como invitado especial en la gira), batería, trompeta, saxofón y hammond y segunda guitarra (por Juan de Dios, único superviviente de aquella formación de los inicios de Deluxe).

A todo esto le añades, un público entregado y con ganas de disfrutar, y un frontman más entregado si cabe, agradecido y cercano y que supo conectar a la perfección con el respetable (intercalando canciones con las pausas justas y los chistes oportunos) el resultado ya lo podéis imaginar.

Soy de los que piensa que a los últimos discos de Deluxe, les falta algo de frescura e inmediatez. Incluso puede ser que en ocasiones sean hasta empalagosos. No dejan de contener excelentes temas, pero la sensación muchas veces, es que te quedas a medias. Sin embargo estas "carencias" se solventan increiblemente en directo, donde desparece la sobreproducción del estudio. Dichos temas cobran una nueva dimensión, más viveza, ganando de esta manera un montón de enteros si se escuchan en compañía de su autor.

Para seguir, comentar que Xoel se ha olvidado definitivamente del inglés y lo ha aparcado por completo (me quedé con las ganas de saborear I´ll see you in London). Se le vio como un músico con más recursos e imaginación que hace unos años, y respaldado por su banda, tras abrir con Colillas en el suelo (los coros en directo rozaron la épica) fue descargando temas como Pájaros negros, El cielo de Madrid, Gigante, Requiem, Simone o Historia Universal, todos ellos pertenecientes a sus dos últimos Lp´s. Además se permitió un guiño a los Beatles enlazando Reconstrucción con el estribillo de Ticket to ride y a los Rolling en el 1º bis, incorporando los acordes de Satisfaction en Adios corazón.

Tan solo se acordó de Los Jovenes mueren antes de tiempo con Extraña habitación (grandiosa con la transformación del final de la canción en una improvisada jam session de 4 minutos) y de If things were to go wrong, con el himno Que no en el 1º bis (que ya no juega un papel tan esencial y trascendente en sus directos) y la simpática bossanova de Caetano Veloso, en el 2º.

El final fue apoteósico, de aquellos que nunca esperas. Mientras interpretaba Ojalá, Xoel decidió dejar el escenario y adentrarse entre el público con su guitarra. Fui espectador privilegiado del círculo que se creo en torno a él mientras entre otras cosas, punteó el clásico Popcorn de Gershon Kingsley, ante el delirio de los presentes, coreando y dando palmas (os dejo el vídeo al final del post). Una fiesta en la que entraron de lleno el resto de la banda con protagonismo especial de la sección de vientos, haciendo saltar a la totalidad de la sala, Xoel incluido.

Cerraron la velada, con Mejor, versión del tema So alive, de Ryan Adams, tras la cual la banda formó en fila, y con la inclinación de rigor de las grandes noches, acompañada por los honores del respetable, se despidieron hasta la próxima ocasión. Que así sea.

domingo, 11 de mayo de 2008

Emociones musicales

No sé qué tiene la música. Parece que la vida se torna monótona, pero de repente aparece una canción o un disco que agitan tu ánimo. Una melodía, unas letras, una composición, lo que sea... que despiertan en tu interior lo más humano y excelso que tenemos.

En estas últimas semanas he podido comprobar la fuerza redentora de la música.

1. Leyendo la Rock Zone (cada vez que la cojo, no puedo evitar acordarme del Pelícano), descubrí una crítica del último disco de los Niños Mutantes ("Todo es el momento") con muy buena valoración. Fui a internet y me descargué varias canciones del grupo andaluz. Lo bueno no fueron tanto las canciones del último disco, como una versión de los Mecano del año 2005: "Perdido en mi habitación". Aunque no es mi tipo de estilo musical, he de reconocer que el mejor grupo de pop español de la historia ha sido Mecano. Me vinieron a la cabeza grandes momentos de mi infancia. Este tema se encuentra recogido en una recopilación titulada "En tu fiesta me colé", en la que varios grupos de pop indie hacen versiones de canciones de Mecano.


2. Otro momento emocionante se ha producido estas últimas semanas de la mano de Apocalyptica y de Metallica. Los primeros con sus versiones de los clásicos de Metallica y estos últimos con la recuperación por mi parte de su Black Album, uno de los cinco mejores discos de rock de los 90. En concreto, he disfrutado especialmente con una canción llamada "Don't tread on me".


3. Pero el momento más delicioso se produjo ayer. En mi móvil tenía la perdida de un amigo de la adolescencia. Le devolví la llamada. Únicamente me dijo: "Tío, acabo de escuchar el Ten...". Sobraron las palabras. La mención de un disco ya era suficiente para comprender tres años de nuestras vidas.


viernes, 9 de mayo de 2008

Planet hype

Hace como dos semanas decubrí un blog muy interesante. El autor es un tipo que se hace llamar "The Jau One", que además es Dj y que tiene un MySpace, también muy jugoso. El caso es que leyendo entre sus post antiguos, me topé con uno de lo más sugestivo. En él hablaba de los hypes musicales, un tema que yo siempre he querido abordar y analizar en este espacio, pero que por una razón o por otra, no ha podido ser. Hasta hoy, ya que ese artículo va a servir de base para el mío.

Comienza con la definición de "hype", que a continuación transcribo:

"Se le llama Hype (del inglés hyperbole) a un producto mediático, como una banda musical, una película o un artista, el cual ha tenido una sobre-cobertura por parte de la prensa o una excesiva publicidad, obteniendo de esta manera una popularidad altísima independiente de la calidad del producto. En términos de moda un hype es el producto que aspira a tener cualquier empresa, el hecho de crear tendencia generando la necesidad en los clientes."

Continua explicando como este término se ha asociado de manera inevitable a la publicación NME. Tesis yo creo compartida por todos. En lo que nos distanciamos algo más es en los orígenes. Él sostiene que todo comenzó con bandas como Arcade Fire y de manera definitiva con el éxito masivo de los Arctic Monkeys. Cierto es que ambos grupos fueran en su día objeto de veneración por el semanario británico y que gran culpa de la fuerza y afinazamiento del término es suya, sin embargo yo creo que tenemos que remontarnos algunos años atras. En concreto al 2002.

O mejor, al 2001. The Strokes son la nueva esperanza del rock, la banda más cool del planeta y para colmo han resucitado las guitarras y sonidos garajeros, ocultados en los 90 por los sintetizadores o la melodía más pop (en cualquier caso mi teoría es que todos estos hypes son mas pop que otra cosa, pero eso es otra historia). Paralelamente desde Suecia y Detroit surgen también The Hives y The White Stripes respectivamente. Dos formaciones que junto a los neoyorquinos son declarados por la prensa mundial como los elegidos para salvar al rock.

Pero, un momento, ¿ningún representante inglés en tan suculenta y privilegiada misión? El orgullo británico se vio menoscabado como nunca, y es entonces, cuando nuestros amigos de la New Musical Express comienzan la búsqueda. Y ahora sí, en 2002, dos amigos de Londres, Pete Doherty y Carl Barat, ven como su grupo, The Libertines son la tan ansiada esperanza inglesa, ocupando por supuesto la portada de la revista.

Su aclamado y excelente debut, "Up the bracket" consigue levantar los ánimos en las Islas, algo que propicia la creación de un nuevo estilo musical: el post-punk (no el que apareció en los 80 claro), el new-rock o todo tipo de combinaciones para que un periodista se sienta importante. A partir de ahí, cada vez que nace una nueva banda de guitarras con aire despreocupado y pose de estrella, la NME ya se encarga de anunciarla en su portada, como the next big thing. De esta manera, da igual que el disco sea "innovador o rematadamento malo", ese grupo es ya un hype.

A lo que hemos llegado con esto, es que muchas veces prejuzguemos y exijamos a toda esta hornada de artistas, más de lo que deberíamos cuando su única inténción es divertirnos con una propuesta bailable o elaborada, pero sin pretensión de inventar nada nuevo o pasar a la historia de la música. Por ello, es preciso deshacerse de esos "prejuicios estético-musicales" y hacer caso a nuestros oidos y no a las páginas de la NME.

Para acabar: a pesar de que haya parecido lo contrario, la NME me parece una publicación atractica y comprendo que la pasta es la pasta. Además prefiero su caracter sensacionalista antes que el snobismo de la Rockdelux. De no ser por la NME, no hubiera conocido de primera mano a Bloc Party o The View o los más recientes The Ting Tings, Courteeners (cuyo video de su primer single "What took you so long?" podéis visionar abajo) o Cajun Dance Party. Así que, que menos que un agradecimiento desde estas líneas.



¡Viva la música!

viernes, 25 de abril de 2008

Amanece con Neko Case

La vida en la Ciudad cambia radicalmente con un reproductor de música portátil. Me da igual la marca. Yo, que soy un poco antiguo, sigo funcionando con discman. El problema es que su tamaño y características impide esa movilidad y agilidad que, por ejemplo te da un iPod. Me acabo de dar cuenta que voy a ser el homólogo de aquellos nostálgicos de los vinilos de principios de los 90, pero con los compact-disc claro. Son tiempos de avances tecnológicos, donde los cd´s son ya una cosa anacrónica, aburrida e incluso... mal vista! Sin embargo no pienso prescindir de ellos. Si ya aguanté con las cintas de casete, esperad a ver el tiempo que seguiré con los cd´s.

El caso es que hace dos semanas me agencié (y ayer devolví), cortesía de un ex-combatiente, uno de esos aparatejos marca apple que se venden por todo el planeta, repletos de singles y hits de radiofórmula. Y he de reconocer, que desde entonces, bajar desde Sarrià hasta la Diagonal cada mañana, ha modificado mucho el panorama.


Tanto, que es empezar el día de otra manera. Observar la jungla urbana, con sus embotellamientos, sus espacios verdes llenos de colillas o su gentío individualista corriendo hacia sus cubículos de 8 horas, con una banda sonora en cada tímpano, provoca que comiences a respirar de otra forma. A andar de otra forma. A mirar de otra forma, e incluso a pensar de otra forma.

En definita, que nada de esto es lo que parece, y que nada de esto hubiera sido posible sin ese grupo de Vancouver, llamado The New Pornographers. Con cuatro discos a sus espaldas, y definidos como una "superbanda", los canadienses son la cura para todos los males de este mundo. De ello fui testigo el día de San Francisco Javier del pasado año en la Sala Apolo. Llámalo powerpop, pop naif o indiepop, pero A. C. Newman y los suyos son los artífices de las mejores melodías del este siglo, a pesar de que no gocen de la popularidad que merecen (véase casos similares como el de Fountains of Wayne).

Una de mis favoritas es The ballad of a comeback kid, que durante estas dos semanas le ha dado el color que el recorrido habitual de cada día venía suplicando.

Ever so careful, on the strip we cruise, crippled in someone else's shoes. Who knew? Mind you, I never had to stand, in line you did, for the ballad of a comeback kid

Bailaré sobre tu tumba

La música siempre fue el mejor lenguaje para expresar sentimientos.

Te mataré con mis zapatos de claqué
te asfixiaré con mi malla de ballet
te ahorcaré con mi smoking
y morirás mientras se ríe el disc-jockey.
y bailaré sobre tu tumba
(ua churugüei ua churuguá)

Te degollaré con un disco afilado
de los Rolling Stones, o de los Shadows
te tragarás la colección de cassettes
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes.

Y bailaré sobre tu tumba
(Ua churuguéi ua churuguá)

Te clavaré mi guitarra
te aplastaré con mi piano
te degollaré con mis platillos
te trepanaré con mi órgano Hammond.

Y bailaré sobre tu tumba
(ua churuguéi ua churuguá)

sábado, 12 de abril de 2008

Once

Hacía tiempo que no me sorprendían cinematográficamente. El lunes me senté delante del televisor para ver una película que me habían recomendado. Se titulaba "Once". Supongo que muchos habrán oído hablar de ella, incluso la habrán visto ya hace tiempo. Yo conocí de su existencia hace apenas una semana.

Empieza con un tipo tocando en la calle, al estilo Bob Dylan. Se trata de un joven cantante y compositor (Glen Hansard) que interpreta sus canciones por las calles de Dublín. Durante el día, para ganar algún dinero extra, interpreta conocidos temas para los transeúntes, pero por las noches toca los suyos propios. Su talento no pasa desapercibido para una joven inmigrante checa (Markéta Irglová) que vende flores en la calle para sacar adelante a su hija y a su madre (Danuse Ktrestova). Ambos acaban de improviso haciendo un dueto en una tienda de música y será entonces cuando descubran que algo les une. Bello todo ello.

Pues bien, es un musical (ahora que se lleva tanto es oportuno) indie. La forma en la que está rodada la película recuerda mucho al movimiento Dogma. La música que hacen es una especie de Coldplay, pero más intimista.

La recomiendo al que quiera ver una bonita película humana con una banda sonora de excepción. Ganaron el Oscar a la mejor canción este año: "Falling slowly".

Los dos actores forman parte, en la realidad, de un grupo llamado The Swell Season.

martes, 8 de abril de 2008

Champagne strikes back

Según he podido conocer, los gaditanos Champagne se encuentran por fin grabando lo que será su segundo Lp, continuación del sensacional "Ready, Steady, Go!" (Rock Indiana, 2004). En principio la publicación está prevista para Octubre de este año, a través del sello Lucinda Records.

Lo más relevante, además del cambio de discográfica, es el giro musical que desde hace tiempo se viene apreciando en su MySpace: el cambio de idioma en las letras, del inglés al castellano, y la ausencia de ese sonido surfero tan característico de su debut.

Estos nuevos aires denotan una cierta evolución en los de San Fernando, pero mantiéndose las guitarras y los estribillos pegadizos como señas de identidad. En su MySpace se encuentran colgadas algunas demos para hacernos a la idea de lo que podremos encontrar en el nuevo disco. Destaca la excelente "Pegado a la tierra", un tema con toque electrónico y alma de hit rompepistas. Si todo el album tiene la calidad de esta canción, puede que llegue a superar a su predecesor.

Quedamos a la espera.