martes, 29 de enero de 2008

Música en tu casa

Gracias al blog de Dieramos (Pa-ta-ta en la sección de links) he conocido una iniciativa muy interesante que se hace llamar Live in the Living. Surgió en el año 2002 en Holanda y ya se ha extendido a Alemania y España, además de gozar de una gran popularidad en su país de origen. Consiste en la celebración de conciertos de pop acústico en el salón de casas particulares, en los que participan artistas nacionales e internacionales así como músicos noveles. La esencia de estos encuentros, es congregar a amantes de la música en un ambiente íntimo y agradable y con un contacto cercano y directo con el artista. Y claro, al ser el lugar escogido el salón de una casa, el aforo es muy reducido: entre 30 y 40 personas.

Los conciertos de Live in the Living son algo único. Una concepción original e innovadora de lo que es y significa la música. No se utilizan micrófonos ni equipo de voces, los trucos desaparecen, asistiendo a una experiencia inolvidable con el talento y la música al desnudo como principales protagonistas. Al no existir escenario, ni barrera alguna que separe al artista del público, la interactuación es plena. Así en cada concierto actúan tres artistas. Cada uno ofrece dos sets de 15 minutos separados por un descanso. Y lo ideal, ya lo dicen los responsables, es que participen los menos músicos posibles, es decir, solistas o una representación reducida de la banda, con versiones acústicas de las canciones.

Si quieres saborear lo que significa asistir a estos eventos, no dejes de visitar Pa-ta-ta donde Dieramos cuenta de primera mano lo que sucedió en el último de ellos acontecido en Madrid. O también puedes pasarte por su web oficial (http://www.liveintheliving.com/), tanto para organizar en tu propia casa el próximo Live in the Living, como para enterarte de las últimas novedades al respecto.

Enhorabuena a los artífices de este proyecto. Y ya lo sabes, tu salón puede servir para algo más que para ver la tele.

viernes, 25 de enero de 2008

Feliz, feliz en tu día...

No sabría poner una música para este día tan especial. El "Pelícano" cumple años. Podría utilizar la de los payasos de la tele, pero creo que no definiría muy bien el estilo y personalidad de mi compañero de "viaje infinito".
Me vienen a la cabeza algunas canciones que me conducen a su persona:
1. "Everlong" de Foo Fighters. Según me parece es su canción preferida. ¿O ha cambiado mucho en estos últimos meses?
2. "Basket Case" de Green Day. Todavía me acuerdo de la muñequera que utilizó para su interpretación. Grande.
3. "Chop Suey" de System Of a Down. Con él descubrí a los System en su habitación. Me puso en el ordenador el videoclip y flipé literalmente.
4. "With You" de Linkin Park. Me acuerdo aquella noche que nos la puso y le ignoramos. Curiosamente, cinco meses después, todos estábamos motivadísimos con el disco.
5. "Wave of Mutilation" de los Pixies. Tuvo el enorme detalle de llamarme para ponerme el directo desde el FIB. Yo no estaba ahí presente, pero él me acercó el momento histórico todo lo posible.
6. "Lucky Denver Mint" de Jimmy Eat World. La escuchamos hasta la saciedad en un viaje a Roma.
7. "Muscle Museum" de Muse. Otro de mis grupos preferidos que me lo descubrió él. Me dejó una cinta que luego se la estropeó un tercero. Buen rebote se cogió.

Y las dejo en 7, porque el 7 es el número de la perfección...
Gracias por todos los momentos musicales.
Sigue así.
Feliz Cumpleaños

domingo, 13 de enero de 2008

The Breeders: POD

Para Kurt Cobain, el último gran icono del rock, se trataba del mejor disco que había oído en su vida.

Para el Fabricante, vuestro humilde servidor, se trata del mejor disco de rock femenino que ha pasado por su estéreo.

Llegó a mi conocimiento tras una apasionante investigación musical. Por un lado, había leído en la Kerrang que Kurt lo adoraba, justo por encima del Surfer Rosa de los Pixies. Se me conectó el radar. Tiempo después pude disfrutar en la MTV de un videoclip titulado "Cannonball", que era de las Breeders, pero de otro disco más reciente llamado Last Splash. Viendo el videoclip me pareció que la cara de la cantante (y de otra que resultaba ser su hermana gemela) me resultaba muy familiar. ¡Ahí va! Era la bajista de los Pixies en su papel de líder de este proyecto llamado The Breeders. Comencé una búsqueda afanosa por el primer disco de este grupo. Al final, en una tienda de alquiler de discos (que tenía auténticas joyas del rock alternativo de los años 90) lo encontré.

Precisamente es el disco que más estoy escuchando en este comienzo de 2008. Y eso que ya tiene 18 años. Tiene un sonido que entronca con los Pixies, pero más crudo y melódico. Las estructuras de las canciones son más sencillas y dulces. Lo que no impide un inocente toque amargo. Una delicia. Acabo de leer que este año publican nuevo disco, cuyo título será "Mountain Battles". De la formación original, sólo queda la omnipresente Kim Deal (ex-Pixies, ex-The Amps, y máxima responsable de las Breeders). Le acompaña su hermana gemela Kelley, que ha tenido algún problema con las drogas.
Os lo recomiendo. Descubriréis perlas como "Glorious", "Doe", "Happiness Is A Warm Gun", "Oh!", "Fortunately Gone", etc.

Gracias por todo Kim.

Música en el dentista


Llevaba veinte minutos tumbado esperando a que reapareciera el dentista. Me habían puesto la anestesia y para hacer tiempo me habían dejado en la camilla-butaca mirando hacia el techo. He de reconocer que estaba nervioso. Me iban a extraer una muela del juicio. A medida que pasaban los segundos, la angustia aumentaba silenciosamente como una serpiente que reptando empieza a rozarte la pierna. Entonces fue cuando caí en la cuenta. A pesar de tener todos los sentidos agarrotados (y una boca que se había dormido definitivamente), pude comprobar que había una melodía que me estaba sosegando. ¡Era el hilo musical de la clínica dental! No me lo podía creer. Yo, que siempre había denigrado ese tipo de música. Yo, que siempre que quería despreciar un grupo musical, afirmaba que lo había escuchado antes en el dentista. Yo, tan soberbio musicalmente. Entoné un mea culpa interno y di gracias al Cielo porque existiera la "música típica del dentista". No me imaginaba en esa situación escuchando Fran Ferdinand, ni Bloc Party, Kasabian, etc.; ni mucho menos System of a Down, Metallica, Linkin Park...

Cada música tiene su momento. Y lo que mi dentadura necesitaba en ese instante era una sintonía hipnótica y relajante para afrontar la dura prueba.

Minutos después el dentista se encontraba volcado sobre mi muela con unas tenazas haciendo fuerza. Tiraba y tiraba. Pero yo estaba tranquilo. Había una música de fondo que me elevaba al nirvana.