jueves, 31 de julio de 2008

Fiebre amarilla (I)

Los Simpson, la serie de animación más emblemática y duradera que ha habido y que habrá, por no decir una de las teleseries más importantes de la historia. Esta peculiar familia nos lleva entreteniendo durante cerca de 20 años, gracias al ingenio de su creador, Matt Groening, que con su sárcastica visión del american way of life, nos ha acercado a las costumbres y modo de vida de la típica familia estadounidense de clase media y de todo su entorno.


A medida que la serie se fue haciendo popular y la creatividad de sus creadores en aumento, comenzaron a aparecer nuevos personajes, y con ello cameos de celebridades del mundo del espectáculo como la música, cine o la política. Incluso llegó un momento en que fue una verdadera obsesión para muchas estrellas hacer aparición en algún capítulo de la serie, llegando, muchos de ellos, a ceder su voz para doblarse a ellos mismos. Esto no es más que un reflejo del éxito de Los Simpson en todo el mundo y de cómo sus episodios retratan situaciones tan cotidianas como surrealistas y en las que participan de manera natural y al mismo tiempo, personajes ficticios y reales.

Hoy en La vida en la Ciudad, hemos querido acordarnos de alguno de los cameos musicales más divertidos y célebres de la serie.

Comenzamos por los Ramones, una de mis bandas favoritas. Joey Ramone y los suyos hicieron una aparición estelar en la fiesta de cumpleaños del Sr. Burns cantándole el cumpleaños feliz, en una de las escenas más memorables y graciosas que recuerdo. Mítico el diálogo tras el show de los Ramones:

- Sr. Burns: Mande matar a los Rolling Stones
- Smithers: Pero Señor, ellos no son...
- Sr. Burns: ¡Obedezca!


Los Smashing Pumpkins también se vistieron de amarillo para el capítulo “Homerpalooza”, episodio en el cual se homenajeaba a aquel festival itinerante de música alternativa que fue “Lollapalooza”, tan popular en Usa durante los 90. Fue el comienzo de una gran amistad entre Homer y Billy Corgan. En ese mismo capítulo salían también, como parte del cartel del festival, los raperos Cypress Hill y el grupo Sonic Youth.

Continuamos con The Who y su aparición en el episodio “El cuento de los dos Springfields”, donde la ciudad de Los Simpson, como si fuera Berlín tras la II Guerra Mundial, se dividía en dos y los británicos daban un concierto en lo alto de la barrera fronteriza tocando clásicos de la banda como Won´t get fooled again o The Seeker.

Finalizamos con REM. Los de Athens tuvieron su particular cameo interpretando su fabuloso tema It's the End of the World As We Know It (And I Feel Fine) en el bar que Homer monta para competir con Moe y perjudicar su negocio. De hecho el capítulo se tituló “Homer The Moe”, y en él, Michael Stype y cia hicieron el doblaje de sus personajes.


Continuará.


lunes, 21 de julio de 2008

Presidente

Me apasionan los caprichos y juegos del destino. Esos juegos malabares que te arrancan una sonrisa en el momento menos pensado.

Hace dos días me puse a navegar por internet para ponerme al día en las novedades musicales. Pude escuchar algo del nuevo disco de Beck (Modern Guilt), el último single de The Vines (He's a rocker), una formación llamada Ra Ra Riot, etc. Me vino a la cabeza que un colega me había mencionado un grupo llamado El Presidente. Tecleé en Google y me salieron varios MySpace. Uno era el que me habían aconsejado. No me gustó nada. Volvía a Google y me fijé en otro grupo llamado Presidente a secas, que era de Sabadell. Bueno, pues encontré dos temas en su MySpace que me alegraron el día por los siguientes motivos:

1. Porque en España hacemos muy buen pop, aunque no se conozca mucho.

2. Por las versiones hechas con clase. Hacen una versión del "Por qué te vas" de Jeanette, que es preciosa. Hace unos meses sentí lo mismo con la versión de "Como yo te amo" de los Niños Mutantes. Me gusta cómo las canciones evolucionan con el tiempo. La letra y la melodía son las mismas, pero la forma de transmitir la canción cambia con los años. Y las dos formas son igual de válidas, porque son el reflejo de la época en la que se interpretaron. Ahí está el caractér atemporal de la música que se fusiona con su vertiente histórica. Misma esencia que se presenta de forma diferente.

3. Y bajando de las alturas, porque estos tíos hacen una versión (no sólo hacen versiones, tienen un disco suyo titulado La venganza de las chicas asesinas que tiene buenos temas) de "Hijo de puta" de la Hora Chanante, que demuestra el buen humor nacional que conservamos, a pesar de los pesares.

Grata sorpresa, Presidente. Bravo, Presidente.

PD: "Todas las promesas de mi amor se irán contigo, me olvidarás, me olvidarás...

...junto a la estación lloraré igual que un niño, por qué te vas, por qué te vas".

miércoles, 16 de julio de 2008

El rey ha muerto

En la madrugada del pasado 9 de Julio, falleció Sergio Algora, por un problema cardíaco, que al parecer venía arrastrando desde hace tiempo. Su muerte ha producido un gran impacto en mucha gente, como ha podido comprobarse en blogs, periódicos y foros.

Sergio Algora fue el lider, junto a Sergio Vinadé, de la banda de pop independiente El Niño Gusano, una de las formaciones más importantes e influyentes del indie patrio. Sus letras, absolutamente personales y cargadas de ironía y surrealismo han sido parte esencial de la historia del pop español durante los últimos 15 años. Además de músico, Sergio cultivó también su faceta de escritor y poeta: publicó libros y poemarios y a menudo se le podía leer tanto en su blog, como en diferentes diarios, en especial el suplemento Muévete de el Heraldo de Aragón.

Tras la disolución de El Niño Gusano, y un fugaz paso al frente de Muy poca Gente, Sergio fundó con Fran Fernández (del grupo Australian Blonde), La Costa Brava. Una banda autora de deliciosas canciones repletas de sensaciones pop y letras cotidianas y nostálgicas. Sin embargo, ya no habrá más discos de La Costa, según anunció Fran en su blog, ya que este no era un grupo, sino la historia de una amistad. La verdad es que es una lástima, yo era un gran fan de ellos, pero estoy de acuerdo con Fran, no tendría sentido sin Sergio.

No tuve ocasión de conocerle, pero cuentan que Algora era un tipo entrañable y amable como pocos, y una fuente inagotable de cultura musical. Podía recomendarte un disco en el fnac, como servirte una copa en su bar de Zaragoza, el Bacharach. De una persona que dedicó su vida entera a la cultura, solo puedo decir que era un artista de los pies a la cabeza. De eso sí estoy seguro.

Su sueño siempre fue haber desembarcado en la playa de Normadía, en defensa de la humanidad, tal y como me contó Brigitte cuando le entrevistó para una práctica de la Universidad. En el fondo, Sergio lo consiguió, con todo lo que nos aportó durante su corta pero intensa vida.

Gracias Sergio.

El hombre bombilla se apagó
Sergio Algora (1969-2008)
D.E.P.

lunes, 14 de julio de 2008

Tarea de verano

Estas vacaciones me brindan la oportunidad de poder degustar con cierta tranquilidad y detenimiento cuatro discos. Alguno de ellos ya ha sido comentado en La vida en la Ciudad.

A) Portishead: Third.

El más pausado y melancólico de los cuatro. Para los momentos nostálgicos. La magia y misterio que recorren el disco pueden ser el mejor aire acondicionado en esta época estival. Necesario para introducirse en un mundo paralelo al cotidiano. En Third los sueños son posibles.

B) The Tings Tings: We Started Nothing.

Para los momentos más gamberros del verano. Un disco que es un juguete nuevo, del cual nos cansaremos en dos meses, pero que nos entretiene (y mucho) por unos días. Viva el pop alternativo. Viva la frivolidad entendida con gracia.

C) Weezer: (The Red Album).

Otro ejemplo de pop, pero más inteligente. Melodías que se funden con la luz del sol y que provocan estados de ánimo de lo más variado. Aunque a mí, Pork and Beans me hace saltar del sillón. En el mes de junio, fue mi auténtico himno.

D) Death Cab For Cutie: Narrow Stairs.

Como el primero que he mencionado, para saborear los momentos más líricos del verano. Para perderse en medio de la ciudad y volver a descubrir que cada historia humana es irrepetible. Es bello presenciar el atardecer mientras escuchas I will possess your heart.